En mi vida tuve dos estados de depresión. Cada vez que lo tenía, sentía que el cielo caía sobre mí. Cada vez que tenía uno de estos estados, sentía un dolor profundo y oscuro. Ellos cambiaron radicalmente mi vida. Uno de los tres estados de depresión surgió debido al trabajo porque no me gustaba lo que estaba haciendo, no sabía lo que estaba haciendo y es por eso que entré en un estado negativo para mi salud mental.
He notado que la depresión tiene dos formas:
*agudo y manifiesto sin previo aviso,
*y la segunda forma es sutil, es decir, aparece en el camino.
Desafortunadamente, experimentamos ambos estados de depresión.
La depresión aguda es lo peor, da miedo, porque te hace sentir incómodo, tu esperanza de colapsar. Recuerdo que me desperté bastante bien por la mañana, pero a lo largo de los días comencé a sentir el desprecio que sentía por mí y me sentía solo esta noche. En el momento me ahogo en una paradoja de emociones. No podía controlar mis emociones, controlar mis sentimientos, solo el dolor. No me ha sido imposible deshacerme de esas vidas. Probablemente la cosa más aterradora que he experimentado.
La segunda forma de depresión aparece gradualmente en semanas o meses. Te da un estado de confusión y luchas de una manera mucho peor, es como cuando buscas respuestas y no llegan. Sientes que algo está mal contigo, pero no puedes hacer nada al respecto.
Siempre reconocí cuándo necesitaba ayuda, y eso fue un alivio tanto para mí como para mi esposa e hijos.
En conclusión, puedo decir que: el hecho de que podamos decir “Necesito ayuda” en sí mismo inspira esperanza, porque es un reconocimiento. Para muchas personas, su salud mental es solo una parte de la imagen y es solo un efecto de otras causas intrínsecas.